Reconocimiento facial



El reconocimiento facial es un floreciente campo de la tecnología que es a la vez emocionante y problemático. Si alguna vez has desbloqueado tu iPhone con solo mirarlo, o has pedido a Facebook o Google que revise un álbum sin clasificar y te muestre las fotos de tus hijos, entonces has visto el reconocimiento facial en acción.

Lo quieras o no, el reconocimiento facial (a veces llamado también "reconocimiento de rostros o de caras") está preparado para desempeñar un papel cada vez más importante en tu vida. Podrían escanear tu rostro en aeropuertos o conciertos, con o sin tu conocimiento. Podrías empezar a recibir anuncios personalizados gracias a las cámaras de los centros comerciales. El reconocimiento facial tiene mucho potencial. Esta tecnología podría ayudar a que los dispositivos para hogares inteligentes se vuelvan aún más inteligentes, te envíen notificaciones basadas en a quién están viendo y te brinden un acceso más conveniente a amigos y familiares.

Pero, ¿qué es el reconocimiento facial?, ¿cómo funciona y dónde se encuentra en uso actualmente?, y ¿cuáles son las implicaciones de este sector tecnológico de rápida expansión?

¿Qué es el reconocimiento facial?

El reconocimiento facial es una forma de autenticación biométrica que utiliza medidas corporales para verificar tu identidad. El reconocimiento facial es un subconjunto de datos biométricos que identifica a las personas mediante la medición de la forma y estructura únicas de sus rostros. Los diferentes sistemas existentes utilizan técnicas distintas, pero en lo fundamental, el reconocimiento facial utiliza los mismos principios que otras técnicas de autenticación biométrica, como los escáneres de huellas digitales y el reconocimiento de voz.

¿Cómo funciona el reconocimiento facial?

Todos los sistemas de reconocimiento facial capturan una imagen bidimensional o tridimensional de la cara de una persona, y luego comparan la información clave de esa imagen con una base de datos de imágenes conocidas. En el caso de las fuerzas policiales, esa base de datos puede ser recopilada de fotografías de identificación policial. En el caso de las cámaras para hogares inteligentes, es probable que los datos provengan de imágenes de personas que has identificado como familiares o amigos a través de la aplicación de la cámara.

Woodrow "Woody" Bledsoe fue el primero en desarrollar un software de reconocimiento facial, para una empresa llamada Panoramic Research en la década de 1960, utilizando imágenes bidimensionales, y con fondos para la investigación provenientes de un organismo de inteligencia anónimo.

Aun ahora, la mayoría de los sistemas de reconocimiento facial dependen de imágenes en 2D, ya sea porque la cámara no tiene la capacidad de capturar información de profundidad -como la longitud de tu nariz o la profundidad de tu cavidad ocular-, o porque la base de datos de referencia consiste de imágenes en 2D, como fotos policiales o de pasaporte.

El reconocimiento facial 2D utiliza principalmente puntos de referencia como la nariz, la boca y los ojos para identificar un rostro, y mide tanto el ancho y la forma de los rasgos, como la distancia que hay entre ellos en la cara. Estas mediciones son convertidas luego en un código numérico mediante un software de reconocimiento facial, que se utiliza para encontrar coincidencias. Este código se conoce como "huella facial" (faceprint).

Este sistema geométrico puede presentar problemas debido a variaciones en el ángulo y en la iluminación. Por ejemplo, la imagen de un rostro captada de frente mostrará una distancia distinta entre la nariz y los ojos que la de un rostro volteado hacia un lado. Este problema se puede atenuar en parte al trasladar la imagen 2D a un modelo 3D y deshacer la rotación.

Añadiendo una tercera dimensión

El software de reconocimiento facial en 3D no se deja engañar tan fácilmente por los ángulos y la luz, y no se basa en el tamaño promedio de una cabeza para identificar una huella facial. Con cámaras que detectan profundidad, la huella facial puede incluir los contornos y la curva de la cara, así como la profundidad de los ojos y las distancias a partir de puntos de referencia como la punta de tu nariz.

La mayoría de las cámaras miden esta profundidad proyectando espectros invisibles de luz sobre tu rostro y utilizando sensores que capturan la distancia de varios puntos de esta luz con relación a la cámara. Aunque estos sensores 3D pueden capturar mucho más detalle que los 2D, la base de la tecnología sigue siendo la misma: convertir las diversas formas, distancias y profundidades de una cara en un código numérico y hacer coincidir ese código con una base de datos.

Si esa base de datos está formada por imágenes en 2D, el software debe primero convertir la huella facial 3D en una 2D para hallar una coincidencia.

El sistema Face ID de Apple utiliza 30,000 puntos infrarrojos que mapean los contornos de tu cara. Luego, el iPhone recuerda la ubicación relativa de esos puntos la próxima vez que intentes desbloquear tu teléfono.

Pero incluso estos sistemas más avanzados pueden ser derrotados por algo tan simple como expresiones faciales distintas, o usar anteojos o bufandas que cubran partes de tu rostro. El sistema Face ID de Apple puede tener problemas para encontrar la correspondencia entre el rostro cansado y con ojos entrecerrados que tienes al despertar y tu rostro una vez acicalado, luego de una buena dosis de cafeína y listo para enfrentar el día.

Leyendo tus poros

Un desarrollo tecnológico más reciente, llamado análisis de la textura de la piel, podría ayudar a futuras aplicaciones a superar todos estos desafíos. Creado por Identix, una empresa de tecnología orientada a desarrollar medios de identificación seguros, el análisis de la textura de la piel se diferencia de los demás porque funciona a una escala mucho menor. En lugar de medir la distancia entre tu nariz y tus ojos, mide la distancia entre tus poros. Luego convierte esos números en un código matemático. Este código se conoce como "huella de piel".

En teoría, este método podría ser tan preciso que permitiría distinguir entre gemelos. Actualmente, Identix está trabajando para integrarlo en los sistemas de reconocimiento facial junto con un mapa facial en 3D más estándar. La empresa afirma que su tecnología puede incrementar la precisión del reconocimiento en un 25 por ciento.

¿Dónde se utiliza el reconocimiento facial?

Si bien Bledsoe sentó las bases de la tecnología, el reconocimiento facial moderno comenzó formalmente en las décadas de 1980 y 1990, gracias a los matemáticos del MIT. Desde entonces, el reconocimiento facial se ha integrado en todo tipo de aplicaciones comerciales e institucionales, con diversos grados de éxito.

El reconocimiento facial se está poniendo a prueba en los aeropuertos, para ayudar a las personas a pasar a través de los controles de seguridad con mayor rapidez. El Servicio Secreto está probando sistemas de reconocimiento facial en la Casa Blanca. Los próximos Juegos Olímpicos de 2021 en Tokio serán los primeros en utilizar el reconocimiento facial para ayudar a mejorar la seguridad.

Además de servir para la vigilancia de criminales, el reconocimiento facial también puede tener grandes implicaciones para los minoristas y profesionales del marketing. En CES 2019, el gigante de bienes de consumo Procter & Gamble mostró una tienda conceptual en la que las cámaras podían reconocer tu rostro y hacerte recomendaciones de compra personalizadas.

El reconocimiento facial en casa

Además de las instalaciones a gran escala, el reconocimiento facial tiene diversos usos en productos de consumo. Aparte de los iPhones, algunos teléfonos con el sistema operativo Android de Google, pueden hacer reconocimiento facial, pero la tecnología en Android aún no es lo suficientemente segura para autorizar pagos por celular. Se espera que la próxima versión de Android cuente con un sistema de reconocimiento facial más seguro, más cercano al Face ID de Apple, aunque Samsung no incorporó ninguna función de reconocimiento facial en alguno de sus teléfonos más nuevos, como esperaban muchos observadores de la industria.

Facebook utiliza el reconocimiento facial desde hace años para sugerir etiquetas para las fotos. Otras aplicaciones de fotografías, como Google Photos, están mejorando en este campo.

En los hogares inteligentes, después de comenzar como una función de nicho en cámaras conectadas como la Netatmo Welcome, el reconocimiento facial ahora está integrado en varios de sus modelos más populares. Vimos una gran cantidad de nuevos dispositivos que contaban con esta tecnología en exhibición en el CES 2019.

La Nest Cam IQ para exteriores alerta de las personas afuera de tu casa [fotos]

 Las cámaras conectadas comparan los rostros con otros que han visto anteriormente y te permiten personalizar las notificaciones según quien está frente a la cámara. A todos los modelos que hemos probado les toma un poco de tiempo memorizar las caras, ya que necesitan poder reconocer a los miembros del hogar desde varios ángulos y con diversos atuendos. Pero una vez que las cámaras aprenden, pueden usar el reconocimiento facial para hacer que tu sistema de seguridad conectado sea mucho más inteligente al hacer sus notificaciones más relevantes para lo que realmente quieres saber.

Además de los usos de seguridad en el hogar, incluso robots como Lovot y el perro robot Aibo de Sony pueden reconocer rostros. Aibo y otros robots similares memorizan las caras no para hacer un seguimiento de quién entra y sale, sino para adaptarse a las preferencias específicas de diferentes personas a lo largo del tiempo.

¿Cuáles son las implicaciones del reconocimiento facial?

A diferencia de otras formas de autenticación biométrica, las cámaras pueden recopilar información sobre tu rostro con o sin tu conocimiento o consentimiento.

Debido a que esta tecnología es tan nueva, no hay leyes en Estados Unidos que limiten lo que las empresas pueden hacer con las imágenes de tu rostro después de capturarlas. Recientemente, se presentó al Senado un proyecto de ley bipartidista para remediar esta falta de regulación.

La ciencia detrás del reconocimiento facial es ciertamente emocionante, y la tecnología podría llevarnos a contar con hogares inteligentes más seguros y personalizados, pero también podría fácilmente resultar en una pérdida de privacidad. Aunque el impacto del reconocimiento facial aún está siendo determinado y debatido, es importante reconocer que ya no es un concepto lejano reservado para el ámbito de la ciencia ficción. Para bien o para mal, el reconocimiento facial ya está aquí, y se está extendiendo con rapidez.


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